miércoles, 25 de septiembre de 2013

Así de fácil.






Hay veces en las que estamos tan sumergidos en las cosas que nos angustian que nos perdemos las verdaderamente importantes. Con el tiempo te das cuenta de que la única manera que existe de poder librarse de los elementos conflictivos es alejarse de ellos, reflexionar sobre las situaciones que nos inhabilitan y enfrentarse a ellas desde una actitud calmada.

Es normal que haya momentos en los que perdamos los nervios y creyamos que el problema nos supera, pero es fundamental que en esos momentos de flaqueo frenemos en seco y reconduzcamos nuestro camino.

Y así, sin perder de vista el rumbo que hemos elegido y corrigiendo las posibles desviaciones, llega un día en el que sin darte cuenta el problema se ha borrado de tu cabeza y te sientes completamente libre.

Buenas noches, sean felices.



jueves, 5 de septiembre de 2013

Mejor reirse, es lo más serio.




Muy probablemente acertaría si dijera que la mayoría de nosotros tiene una vida maravillosa, y si pensáis que no deteneos un momento a reflexionar sobre qué os falta para que sea así. A mayor o menor escala todos nosotros tenemos problemas pero ¿realmente tienen la importancia que nosotros les damos?

En la vida no se puede evitar tener problemas, pero si se puede controlar la manera en la que estos te afectan; y yo no hace mucho descubrí que la mejor manera de superarlos es a base de carcajadas. 
Coger la causa de tu angustia y trasladarla a una cafetería con tus mejores amigas es la mejor manera de ridiculizar el problema para convertir tus dramas en grandes comedias.
Porque la mayoría de esos problemas son más insignificantes de lo que nosotros pensamos y saber quitarle la importancia adecuada es la clave para librarse de ellos.

Y es que si algo he aprendido de estas situaciones, es de la importante que es saber reirse de uno mismo.

Muy buenas tardes, sean felices.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Dónde están los libros?





Hace demasiado tiempo que no me dejo enganchar por un libro, todos los que empiezo acabo dejándolos y no los consigo terminar. Tengo una lista inmensa de recomendaciones de todo tipo, libros históricos, novelas de ciencia ficción, de comunicación política, publicidad... y soy incapaz de enfrentarme a ellos.

En esta preocupación me he percatado además de que no es un sentimiento individual sino que cada vez la gente lee menos. Observando mi entorno me he dado cuenta de que la gente joven ya no lee prácticamente nada.

Supongo que esto forma parte de una de las consecuencias de ser hijos de la era digital. Hemos ido creciendo y conviviendo con las nuevas tecnologías, siendo testigos del desarrollo de estas a una velocidad inimaginable. Del mismo modo en el que los jóvenes no compramos periódicos porque existen aplicaciones para smartphones que nos traslada a la prensa digital, las nuevas generaciones rehuyen de los libros y buscan todo aquello que necesiten saber a través de internet.

Estamos hechos a la inmediatez, a la instantaneidad de las redes sociales, y el planteamiento de dedicarle tiempo y atención a un libro se nos aleja cada vez más.

No se qué consecuencias traerá este hecho en el desarrollo cultural y creativo de las personas, pero sin duda es un tema que merece pararse a reflexionar.

Buenas tardes, sean felices.