lunes, 7 de julio de 2014

Mi libro favorito.


Dime quien soy. (Julia Navarro)





Saber quien somos es algo que solo podemos comprender a través de nuestros recuerdos. Es lo más valioso que tenemos cuando te paras en un punto y miras atrás y sabes que eso te condicionará a la hora de ir hacia delante. En el caso de nuestro planeta sus recuerdos no son otros que la historia. Y supongo que por eso mis libros favoritos son las novelas históricas.

Esta llegó a mis manos como regalo de cumpleaños de mi gran amiga Ana. Y desde luego demostró que me conocía bien porque ha sido el libro que más me ha gustado hasta el día de hoy.

Hace un recorrido por los grandes hechos desde los años de la Segunda República hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Pero en este caso no es un soldado republicano ni un general nazi quien cuenta la historia, sino una mujer. Amelia. Una mujer cuya vida se guió por sus convicciones políticas, las cuales fueron evolucionando a medida que llegaron sus  desengaños.  Sufrió en sus carnes la represión de los regímenes que dominaron el mundo pero jamás traicionó al amor más grande de su vida,  la justicia social.





La vida de Amelia está llena de emoción, intriga, compromiso y valentía. Cuatro son los hombres que compartirán el amor de Amelia, cada uno distinto y especial, que la marcarán y la ayudarán a determinar su destino.

La evolución del personaje desde que apenas es una adolescente hasta sus últimos días es impresionante y la representación del escenario político a lo largo de esos años lo es aún más.
La personalidad tan atrayente de la protagonista logra hacerte cómplice de todos sus sueños  y los acontecimientos tan trágicos que se sucedieron durante su historia consigue mantenerte en vilo hasta la última página.

También cabe añadir que no es Amelia directamente la que narra la historia, sino las personas que la conocieron. Es su biznieto periodista el que se dispone a investigar la vida de su bisabuela y a recomponer las piezas de su vida viajando por medio mundo para recoger los testimonios de quienes la compartieron con ella.

Esta ha sido la mejor novela que me he leído hasta hoy y Amelia el mejor personaje con el que he compartido mi tiempo.
En este lunes de principios de verano, os animo a que os dejéis atrapar por sus páginas. Sean felices.






martes, 1 de julio de 2014

Hagamos balance.



Sin darnos cuenta ya ha pasado un año (universitario)  más y toca hacer balance.  En estos meses de independencia y libre albedrío tenemos la sensación de ser más nosotros mismos.
Por mi parte,  Málaga sigue teniendo muchas cosas que aportarme y estar aquí me hace estar cerca de todas mis motivaciones.

Este año he aprendido que donde pones la atención pones la energía, y eso es muy importante a la hora de guiar tu vida. Si centras tu atención en los aspectos negativos te obstaculizas a ti mismo disfrutar del día a día. Por otro lado, también me he dado cuenta de que es necesario aceptar un nivel mínimo de conflicto y a convivir con él de la mejor manera posible.

Y a valorar a las personas que te escogieron para formar parte de sus vidas. A asimilar que cada cerebro es de una forma y a tratar de entender cómo funcionan. A evitar hacer juicios de valor y a apreciar la riqueza de la pluralidad.
A confiar en personas que sabes que estarán a tu lado hasta el fin de tus días. Y a disfrutar más de otras, por así no fuera.
A que hay mil formas de amar a alguien, y a saber disfrutar de cada una de ellas. A saltar muros. A dejarse llevar. A reinventarme y reinventarnos juntos.

Este año he aprendido a que cuanto más conozco más dudas tengo. Y a que la curiosidad es una cualidad increíble.

Pero si tuviera que destacar lo más importante que he encontrado este año sería la importancia de saber apreciar los estímulos. La inspiración. Las pequeñas dosis de ilusión, de paz o de impulso que te encuentras en una lámina del CAC, en la esquina  contraria de la cama o en las hipotéticas huidas a Ibiza con un zumo de El último mono. Esas cosas que te hacen sentir que estás bien, que estas creciendo y que tu vida merece la pena.