martes, 9 de septiembre de 2014

Veronika decide morir






Septiembre es un mes raro, ya no es verano pero tampoco ha empezado el curso y no sabes muy bien en qué invertir tu tiempo. Yo por mi parte decidí pasar el primer fin de semana de septiembre leyendo este libro de Paulo Coelho, que inesperadamente me sorprendió para bien. Y como con casi todo, me ha animado a hacer una reflexión.

¿Qué haríais si os quedara una semana de vida y estuvierais en un lugar en el qué nadie pudiera juzgar lo que hacéis? En el caso de Veronika ese lugar era un manicomio. Un sitio en el que descubre el auténtico sentido de su vida, lejos de las presiones de su familia, de la supuesta moralidad y de los prejuicios de la sociedad. Puede que fuera ese el único caso en el que dejásemos salir nuestras partes más auténticas o salvajes. Y es por eso que el libro hace que te plantees que es en sí la locura y qué la diferencia de la genialidad. 

¿Qué ocurriría si viviésemos todos los días como si fuera nuestro ultimo día en un manicomio? Probablemente nuestra vida se nos iría de las manos. Y desde luego no creo que vivir sin rendir cuentas a la conciencia o sin respetar unos ciertos patrones de conducta sea correcto para nuestra salud mental ni para la de los que nos rodean. Sin embargo si creo que deberíamos dejar salir más dosis de locura e introducirla en nuestras perfectas vidas organizadas, deberíamos ser más valientes con los prejuicios y más honestos con nosotros mismos. Tal vez deberíamos dejar de dominar tanto nuestros impulsos y de asustarnos tanto de las posibles equivocaciones. Tal vez deberíamos vivir más.

Veronika decide suicidarse antes de entrar en el manicomio por tener una vida demasiado monótona y rutinaria. Yo no quiero llegar a vieja pensando que viví toda mi vida manteniendo la compostura y tratando de no equivocarme jamás. Y sinceramente siento que para evitarlo tengo que empezar a adoptar otra aptitud frente a las presiones de la sociedad y sobre todo frente a las mías propias.

Alguien me preguntó hace tiempo por qué siempre estaba rodeada de locos y yo respondí: "En mi opinión hay dos tipos de personas en el mundo: los locos y los estúpidos, y los segundos no me interesan".

PD: ¿Qué haríais si os quedara una semana de vida y fueseis totalmente libres para hacerlo?

Buenas tardes, sean felices.