Muy probablemente acertaría si dijera que la mayoría de nosotros tiene una vida maravillosa, y si pensáis que no deteneos un momento a reflexionar sobre qué os falta para que sea así. A mayor o menor escala todos nosotros tenemos problemas pero ¿realmente tienen la importancia que nosotros les damos?
Coger la causa de tu angustia y trasladarla a una cafetería con tus mejores amigas es la mejor manera de ridiculizar el problema para convertir tus dramas en grandes comedias.
Porque la mayoría de esos problemas son más insignificantes de lo que nosotros pensamos y saber quitarle la importancia adecuada es la clave para librarse de ellos.
Y es que si algo he aprendido de estas situaciones, es de la importante que es saber reirse de uno mismo.
Y es que si algo he aprendido de estas situaciones, es de la importante que es saber reirse de uno mismo.
Muy buenas tardes, sean felices.