lunes, 2 de junio de 2014

La felicidad no espera.








"Hola, ¿cómo estás? - Pues bien, ahí vamos."
Esta es la contestación que solemos dar cuando alguien nos pregunta cómo estamos. Si tenemos tiempo seguiremos con un "con esto y con lo otro pero bien". Ni si quiera le prestamos atención a la respuesta y tampoco a la pregunta. Lo que hay detrás de esa contestación depende de la situación y la interpretación de cada uno, pero lo que esta claro es que no significa un "soy feliz, tengo una vida de puta madre". 
Pero ¿y si nos hiciéramos la pregunta honestamente a nosotros mismos? Estoy segura de que encontraríamos muchas cosas de las que poder quejarnos y probablemente lleguemos a la conclusión de "cuando solucione esto seré totalmente feliz". Pero es una afirmación completamente falsa. 

El ser humano está ligado al conflicto como parte inherente a si mismo. La sociedad lleva consigo el elemento conflictivo, y para comprobarlo tenemos ahí los libros de historia y de política. 

Mantengo la opinión de que tenemos un concepto ficticio de la felicidad. Mantener unas condiciones personales exentas de cualquier tipo de conflicto es sencillamente imposible. Los conflictos van a estar ahí, siempre. Los solucionaremos, vendrán otros, variarán... y si esperamos a que desaparezcan para poder alcanzar la felicidad espero que haya una silla cerca, porque la felicidad no espera. 

"Trabajo demasiado", "no tengo trabajo", "no tengo pareja", "era más feliz sin pareja", "que dura es la universidad", "ojalá pudiera volver a vivir los años de universidad"... Siempre hay algo que puede ir a mejor, y esa es la parte positiva del conflicto: que obliga a trabajar para solucionarlo, y siempre supone un avance en una u otra dirección. Y esa es la actitud a que a mi me gusta, el espíritu crítico, la necesidad de cambio, la voluntad de progreso. Sí, pero con el optimismo por delante. 

No podemos dejarnos vencer por las circunstancias. Debemos aceptar los conflictos con algo natural con lo que convivir en nuestra vida, y sobre todo, aceptar que la felicidad se consigue cuando lo que buscas y lo que encuentras es lo más parecido posible.